27 septiembre 2013

La Luna sobrevoló las islas este viernes frente a Playas de Tijuana. Ahí estaba, grisoscura y blancopálida, trasladándose pacífica por el cielo. No pude nombrar en qué fase se encontraba, sin embargo reconocí que otra vez había llegado el Otoño. Era medio día.


[Salí de la ofis para ver el mar un momento. Hay ciertas horas donde precisamos claridad y horizonte, esos momentos se me dan muy bien a solas, cerca de la playa, casi siempre; en una segunda etapa, busco compañía y diálogo. (Soy una persona muy afortunada por tener con quien compartir tantas videncias y disponer del tiempo para escribir sobre los fenómenos celestes y el cambio de estaciones.)

En el trabajo he aprendido a poner límites a mi capacidad dramática, a descubrir lo mejor de mi persona, a aceptar que las emociones fuertes son parte del proceso, no un estado permanente. También a comprender que las personas que amo, me aman, se aman, se equivocan algunas veces; y, que hay cosas que no puedo evitar que sucedan. No obstante, digo lo que pienso y lo que siento, siempre.

Aprender a observar las posibles reacciones de las personas al ponerles atención toma mucho tiempo, paciencia e intercambio de energía, no sólo de palabras. Es despacito como se desprenden de sus vestiduras para dejarse ver y rapidísimo su cambio de máscaras para responder en cada escenario (disposiciones performativas). Esta práctica me ha permitido descubrir la mejor forma de comunicarme con ellas, de interpretar sus mensajes con salud, e implicado el desarrollo de nuevas habilidades para lograr hacerles llegar mis propios mensajes.

Algunas veces es preciso el silencio, cuando no hay modo porque el espacio dialógico está descompuesto y hablar sólo alentará la guerra. La fuerza en una es necesaria en esos momentos para estar presente en silencio y escuchar, recibir el impacto de la confusión, de... las cosas que se asoman desde la sombra. La sombras ajenas son la parte más frágil, violenta y destructora del nosotros, un dragón herido del que tomar precauciones o distancia. Esperar activamente.

Pienso que esas sombras deben ser reconocidas e incorporadas al yo colectivo, para transitarlas sin miedo, para atravesarlas con paz, para hacerlas visibles y tratarlas. Nuestra cultura nos ha enseñado a refundir en los infiernos tantas cosas, a llenarnos de vergüenza o de culpa, hasta que resulta insoportable y nos santificamos o nos convertimos en seres demoníacos. El infierno es un laberinto circular lleno de salidas. Ya deberíamos saber estas cosas...

Reconstruir el espacio dialógico es un esfuerzo individual y colectivo, un proceso a través del cual se desarrolla y fortalece la conciencia, que implica la disposición a participar, a reconocer la diferencia y la existencia del otro con sus distinciones. Se trata de una práctica hermenéutica, ética y estética de salud pública que habita en ciudades utópicas; claritamente, de un objetivo personal y político. Nadie que persiga esta utopía camina solo.]


La vi pasar por el cielo, tan tranquila, tan lenta. La Luna de septiembre.

Prickly Pear




25 septiembre 2013

El lunes me hice de un bastón de madera con el que anduve jugando por la universidad durante la tarde. Ese día andaba en el conecte, o quizá era el desconecte. Total... Tenía un montón de trabajo, el corazón descompuesto y mis pensamientos eran una manada de changos locos gritando en una selva virgen que brincaban de un árbol a otro.

El bastón ese salió de un enorme tarugo que mandé partir en tres partes. Estoy dando unos talleres bien bonitos sobre tejido y destejido, más bien son sobre la historia del cuerpo y el tejido, y los tronquitos esos son para colgar lo que tejen los participantes, pero luego cuento esa historia. Ahorita quiero escribir sobre lo que sucedió el lunes que andaba bastoneando.

Pues traía mucha tristeza y mucho coraje. Cuando me entregaron los palos esos, tomé uno y dejé los otros dos por ahí en la oficina. El que tomé mide como uno veinte y pesa poco. Fue sin darme cuenta que anduve caminando con él por la universidad. Entró ME a la ofis y me preguntó: "¿Y ese palo qué?". "Es mi bastón de viejita", le dije. "La estoy actuando muy bien, a la viejita". Nos dio risa.

Recargué el bastón sobre el escritorio para entregarle unos docus y cuando voltié el otro ya traía mi bastón. Sin darse cuenta, se convirtió en el viejito del bastón, pero a diferencia mía, que uso el bastón de lado, él se sostenía del bastón con ambas manos frente a sus ombligo. Así de fácil se manifiestan los personajes que llevamos dentro. "Presta", le dije, y lo acompañé a su salón.

Después me regresé sola a la ofis y en el camino me convertí en Jedi. Caminaba por el patio batiendo mi lightsaber: por ambos lados estilo mariposa, o  por la diestra y la siniestra estilo ninja, incluso me di una vueltecita. Bien bonito. Me parecía que hasta brillaba de tan noche que era. En ese momento recordé a Obi-Wan e imaginé el dolor que sintió cuando dejó a Anakin-Vader en Mustafar.

Iba muy pensativa, descubriendo mi habilidad con las armas, sentía cada vez más gozo y fuerza al escuchar el zumbido de mis espadazos cortando el aire, hasta que sentí la mirada de alguien que me observaba desde la ventana del tercer piso de la Ibero. No me saludó, no sonrió, no se movió. Sólo se quedó ahí parado sin dejar de verme. Entonces, giré mi arma y la acomodé debajo de mi brazo. Avancé hacia las escaleras y me di cuenta que había más personas a mi alrededor, todas quietas. Nadie me dijo una sola palabra. Supongo que también así funcionan los espejos.


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Hoy concluí mi novenario marino: feliz viaje RS. Gracias por todo.

22 septiembre 2013

Cantata de puentes amarillos



Día 5, del novenario marino.
Me voy a la playa.
"Ya no poses nena, todo eso es en vano, como no dormir", el Flaco dixit.

Qué domingo tan pinchi triste, el ojo me hormiguea de nuevo.  Estoy desorientada en el umbral del abismo. Después de esta frontera, la mente inicia un tránsito por ese canal que contiene a los sin cruzar, a los sin volver, a los girando en sí mismos. La muerte debe ser un estado de paz absoluta, cuántas pérdidas en tan corto tiempo. Mi cuerpo grita, lanza una convocatoria a la razón, ese espacio donde confronto el miedo.

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Indagatorias en curso:
proxémica
kinésica
diégesis
mímesis
diálogo
empatía
entrevista
Davis, Lowen,  Leader.
Arfuch, Arent, Ong.



21 septiembre 2013

lo que fue es

un presente



caminemos por la playa

en silencio       bailemos



la puesta de sol es un ritual de paso




17 septiembre 2013

Rafa Saavedra inició su viaje por el infinito el 17 de septiembre de 2013. Su partida generó una onda expansiva de emociones contradictorias que hizo vibrar a toda una generación de tijuanenses y más allá. Tristeza y alegría por saber que se marchó a un mejor lugar.

Antes de partir escribió:


y también posteó esta rolita:




¡Rafita, que tengas un maravilloso viaje!






15 septiembre 2013

La mujer del ojo rojo bailó con un ave. Ambos salieron de la pista sólo para beber agua de un manantial embotellado. Eso de sacudirse las plumas produce calor.

Todos bailamos. Había muchas luces, ninguno inventó estrellas artificiales. Las sillas se fueron quedando solas. A las tres de la mañana la vía pública es un basurero hediondo.

Los sobrevivientes de sueños colectivos de una juventud pasada tijuanera celebrábamos algo en una cantina esta madrugada. Antes, habíamos recorrido muchas cuadras. La calle estaba muy concurrida, nadie agitaba banderas, no se escuchó un solo ¡viva!

Incluso, los fantasmas de los noventa andaban por la avenida vestidos de punk. A ellos también se les forman arrugas en el rostro cuando sonríen, ahora tienen la cabeza cubierta de canas. Cuando los vimos llegar, algunos dijimos con admiración "sobreviveron". Así funcionan los espejos.
       
Anoche el destino nos jugó una broma y fuimos a parar al mismo sitio, estábamos contentos a pesar de la mierda del viernes (a pesar de la mierda de muchos años). Más de uno habló del insomnio de estos meses, ése que produce la guerra.

Los abrazos eran nomás de gusto, el repegue hasta involuntario. La bodeguita esa estaba llena de sudor, pero nadie quería irse. (Amo esas conversaciones donde la voz del otro vibra en las mejillas). Este sábado fue amoroso desde que salió el sol.

Bebimos agua con hielo en vasos desechables. Nos trajeron popotes. El miedo y el coraje se transforman en fuerza y alegría cuando dialogamos. Los sueños lúcidos, cuando se producen en sincronía, generan una onda energética expansiva que deja huellas en la piel-memoria y alumbra muchas vidas durante un tiempo inmensurable. Pura alquimia.
       

14 septiembre 2013

Animales de los espejos, Jorge Luis Borges.

En algún tomo de las Cartas edificantes y curiosas que aparecieron en París durante la primera mitad del siglo xviii, el P. Zaliinger, de la Compañía de Jesús, proyectó un examen de las ilusiones y errores del vulgo de Cantón; en un censo preliminar anotó que el Pez era un ser fugitivo y resplandeciente que nadie había tocado, pero que muchos pretendían haber visto en el fondo de los espejos. El P. Zallinger murió en 1736 y el trabajo iniciado por su pluma quedó inconcluso; ciento cincuenta años después, Herbert Allen Giles tomó la tarea interrumpida. Según Giles, la creencia del Pez es parte de un mito más amplio, que se refiere a la
época legendaria del Emperador Amarillo.

En aquel tiempo, el mundo de los espejos y el mundo de los hombres no estaban, como ahora, in-comunicados. Eran, además, muy diversos; no coincidían ni los seres ni los colores ni las formas. Ambos reinos, el especular y el humano, vivían en paz; se entraba y se salía por los espejos. Una noche, la gente del espejo invadió la tierra. Su fuerza era grande, pero al cabo de sangrientas batallas las artes mágicas del Emperador Amarillo prevalecieron. Éste rechazó a los invasores, los encarceló en los espejos y les impuso la tarea de repetir, como en una especie de sueño, todos los actos de los hombres. Los privó de su fuerza y de su figura y los redujo a meros reflejos serviles. Un día, sin embargo, sacudirán ese letargo mágico.

El primero que despertará será el Pez. En el fondo del espejo percibiremos una línea muy tenue y el color de esa línea será un color no parecido a ningún otro. Después, irán despertando las otras formas. Gradualmente diferirán de nosotros, gradualmente no nos imitarán. Romperán las barreras de vidrio o de metal y esta vez no serán vencidas. Junto a las criaturas de los espejos combatirán las criaturas del agua.

En el Yunnan no se habla del Pez sino del Tigre del Espejo. Otros entienden que antes de la invasión oiremos desde el fondo de los espejos el rumor de las armas.
Diálogo.

08 septiembre 2013



Es necesario inventar otras semánticas de la masculinidad y la femineidad, sanarlas de la violencia. Estamos en proceso.


Cavilo inmóvil en el mar abisal

hasta que se me pegan los ojos y la boca.

La soledad es bondadosa,

un puente hacia donde sólo algunos saben.

No lo nombraré.

Es posible que haya estado aquí durante algún aquí otro.

que comprenda un fragmento del infinito en cada vuelta.

La panza o la cola se me iluminan a ratos.






En él se sintetizan todos los actos de la humanidad que amo y odio, la historia de las acciones que me han develado el mundo...

No veo. No veo. Veo, apenas. Veo.

Me gusta que me mientan. La mentira está naturaliza en mi experiencia del mundo, en mi forma de relacionarme con el mundo. Me gusta que me traicionen, participo en el drama universal de la mentira, asumo mi papel destacadamente: "actúo como nadie". ¡Qué mierda! Esta es la razón por la que duele el desprendimiento, la aparición de una realidad nueva.

Soy Icaro-Fénix incontables veces cayendo.

¿En verdad estamos condenados a este drama universal? Lo universal es un cuento moderno, así: situado en el discurso de una época cultural predominantemente masculinizada. Es decir, con genitales expuestos para disputarse territorios según la grandeza de sus ambiciones y un orificio entre las nalgas para cagarla constantemente.


Conocer todo lo que conocí en ese viaje alimenta el equilibrio de mi estancia aquí (en este planeta, en este tiempo), porque también he conocido algunos humanos detestables, muy malitos. Hay uno en especial que despierta mi misericordia y me sirve para convocar a todos los espíritus pacificadores a mi casa para tranquilizar a la destructora que me habita.

Es un gran descubrimiento saber que puedo elegir en quien reflejarme para encontrar los detalles de siempre y los que están por revelarse; con todas las responsabilidades implicadas, tirarle piedras al espejo, meter todas las astillas en una bolsa de basura negra y esperar que llegue el lunes para decirle al recolector que la maneje con cuidado porque puede cortarse. Hay una frontera necesaria para contener el horror, el miedo, el dolor, las deslealtades, pero también puede una construir fronteras involuntarias que dejan fuera la libertad y la felicidad. Nunca había sido tan frágil, ni me había mostrado tan desnuda.

En este viaje comprendí la utilidad simbólica de las fronteras: demarcan mundos, territorios, cuerpos, sueños, palabras: el contacto: afuera, adentro, propio e impropio, amigo y enemigo. En el fondo sigo pensando que las fronteras deben desaparecer, las políticas principalmente. Las fronteras simbólicas por ahora son necesarias, aunque tampoco debieran existir, sin embargo bienvenidas mientras el miedo al otro o el deseo ronde sobre algo a lo que no tiene derecho, como a la mirada, las palabras o los sueños. Desvanecerlas implica una transformación profunda, confrontar eso que llaman ego: aprender a completarse.

Los viejitos aquellos de la confabulación de la que fui testigo, dicen que una solo puede completarse cuando dispone de una ética para la paz, cuando aprende a vivir con los otros y los otros aprenden a vivir con una; cuando se per-dona, cuando se provoca el desplazamiento de los dones que una tiene hacia el servicio de las otras personas y cuando hay justicia en ese intercambio de dones. Por eso digo que participé en una confabulación utópica.




El otro día salí de viaje. Fui a parar a un lugar donde confabulaban hombres y mujeres de generaciones que han sobrevivido la hecatombe de muchos mundos. Por el color de sus ideas me dio por pensar que aprendieron a sobrevolar la mierda y que algunos se transformaron creaturillas subterráneas que anidan utopías.

Uno de ellos inventó una escuela sin salones que se coordina desde una casa de la comunidad (cualquier comunidad, Las Villas, por ejemplo). Acuden los que están en edad de aprender (es decir, no importa la edad) y estudian para resolver en la práctica las necesidades de la comunidad: salud pública, economía doméstica y societal,  intercambio justo; ingenierías para la producción de energías sustentables, esas que son gratis y provenientes del sol, del viento, del agua, de los gases que desprende la basura; urbanismo y arquitectura (todos hacen las casas de todos y las reparan, para que todos tengan casas habitables y dignas), ingeniería agropecuaria y nutrición; también, inventan nuevas normas de convivencia, la inclusión, la resolución de conflictos, el respeto hacia la diferencia, etcétera, etcétera.

En esas escuelas se aprecia el conocimiento de los maestros, sobre todo de aquellos que tienen más experiencia. De la sección de arte para qué les cuento, lo que planteó el viejito rebasaba mis sueños. El ha empezado a echar a andar esta escuela en un país de América del Sur. Estas escuelas se coordinarán a través de redes y la información que produzcan será pública y gratuita, estará actualizada, etcétera, etcétera.

Los etcétera son todo lo que no alcanzó a incorporar porque tengo una estructura de lenguaje limitada, educada, domesticada, hecha a modo, para entender sólo una pequeña parte del mundo.

03 septiembre 2013

1

tengo una colección de arañas disecadas
acumulo polvo libros papeles
he resuelto todo    lo otro
esas preguntas de juventud
esta claridad es insuficiente
el hueco sigue aquí

2

mi escritorio está junto a una gran ventana
en esta pecera hay orden
sólo he cambiado de burbuja
algunos días soy muy feliz
la playa está muy cerca
nademos

3

cuando a una poeta le escurre sangre por la boca   la esposan   la llevan presa

una sabe

intentan prohibir  la poesía
                          los sueños
                          la felicidad
                          el amor
silenciarnos


3.1.

ellos van armados tienen miedo vigilan

3.2.

al salir de las pirámides nos topamos con unas bestias
una revisó nuestras bolsas
otra grabó los rostros de cada uno de los turistas que íbamos en el autobús

estaban encañonadas

3.3.

me recomendaron guardar silencio
dejar de ver las bestias a los ojos

tu mirada los altera
voltea hacia otro lugar

¿hacia el piso?

4

a veces lloro inconsolable

5

vi a unos chicos besarse en la Alameda
fajaban entre los árboles
uno a otro se tocaban el escroto o el pene sobre la tela del pantalón
en una banca un par de ancianos se besaban como si nunca
se apretaban las manos
a su lado estaba una chica sentada sobre las piernas de su novio
él le agarraba las nalgas con una mano
con la otra sujetaba su cintura
ella le acariciaba el cabello
enseguida se comían a besos
eran las cinco con veinte de la tarde
a esa hora la gente sale a besarse en el parque

en esta ciudad tan distinta los amantes se ven a escondidas
les da por olvidarse
o por casarse con alguien más
luego se escriben cuando no pueden dormir
aprenden a vivir re-cordándose

quiero una Alameda a las cinco con veinte
acariciar a mi novio por encima del pantalón
y que alguien me bese como si nunca

estoy harta de hombres que escriben a escondidas

8

estaba de paso
en el límite de los mundos que apenas se tocan se disuelven
allá
aquel lugar otro
no es éste
así    infinitamente

cargo con la frontera dondequiera que voy

9

hace tiempo que no sé donde estoy
ni cuando



01 septiembre 2013