10 noviembre 2009

Detox


Dicen que los primeros quince días son los más duros, sobre todo porque los pasas en la celda. La de ella permanecía iluminada las 24 horas por un foco que colgaba del techo. El suyo, era un cuarto al final de las escaleras subterráneas. Detox, decía ella, se localizaba entre el cielo y el infierno, una suerte de purgatorio con gritos de dolor y arrepentimiento o con gritos de dolor e impotencia o gritos de dolor y dolor. Al sótano se llegaba a pie, en taxi, en el carro de un amigo o de un familiar, por voluntad propia o por la fuerza, es decir anexada.

2 comentarios:

Polexia dijo...

este texto me asusta,
en fin despues de todo mala yerba nunca muere jajjaja, esta duro D-toxearse verdad?
ay vamos volviendo!
te quiero hermana*

Miriam García Aguirre dijo...

Ya se, sisterrr.
Gracias por acompañarme en estos dias.
Tambien te quiero hermana, muuucho.