27 mayo 2010

La palabra modernus utilizada al comienzo de la era Cristiana y referida a la duración de una generación, se transforma hacia la mitad del siglo XIX en una palabra que designa sobre todo el “cambio de la moda de tendencias actuales del gusto literario…”, dejando de oponerse “cronológicamente a un determinado pasado”. En esa medida, irá perdiendo peso la rivalidad clásica entre antiguos y modernos o entre románticos e ilustrados, y en su lugar irá ganando peso una contraposición extraída del campo de la economía política, la de conservadores y liberales o la de pueblos atrasados y pueblos avanzados, por mencionar sólo algunas. Sin embargo, unos y otros no podrán ser sino modernos debido a que en el horizonte de esta modernidad sólo existe la posibilidad de contrastación consigo misma.

Guillermo Zermeño Padilla
La cultura moderna de la historia.

21 mayo 2010

El héroe de este libro es Der Mann ohne Verwandtschaften, el hombre sin vínculos, y particularmente sin vínculos tan fijos y es­tablecidos como solían ser las relaciones de parentesco en la época de Ulrich. Por no tener vínculos inquebrantables y establecidos pa­ra siempre, el héroe de este libro -el habitante de nuestra moderna sociedad líquida— y sus sucesores de hoy deben amarrar los lazos que prefieran usar como eslabón para ligarse con el resto del mun­do humano, basándose exclusivamente en su propio esfuerzo y con la ayuda de sus propias habilidades y de su propia persistencia. Sueltos, deben conectarse… Sin embargo, ninguna clase de cone­xión que pueda llenar el vacío dejado por los antiguos vínculos au­sentes tiene garantía de duración. De todos modos, esa conexión no debe estar bien anudada, para que sea posible desatarla rápida­mente cuando las condiciones cambien… algo que en la moderni­dad líquida seguramente ocurrirá una y otra vez.

Zygmundt Bauman,
Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos.

05 mayo 2010

cuando estas noches quisiera saber menos y dar marcha atrás al poder de mis observaciones. el grado de esta lucidez no tiene madre, ni perdona. si no fuera por el amor que doy y recibo, o por mis estudiantes, el mundo acabaría conmigo bien pronto. tan fácil y bonito que sería tener un par de chamacos y esperar el fin de semana para ir al parque. a veces ese algo que no tengo me parece simple y me conformo con ver crecer a mis sobrinos por puro miedo. acompañarlos me ha ayudado a entender la prioridad de los niños. pienso en todos mis amigos y su hijos, en mi familia y sus hijos. siento un respeto profundo por su valentía y su fe contagiosa de frente a lo que hay. las cosas simples son más difíciles de reconocer, comparto una lógica cegadora con un montón de ilustrados.

hoy vomité en el baño, por primera vez de pura náusea. hay tanto que no comprendo y una cabeza como la mía no sabe de treguas.

necesito algo hermoso.
me siento libre cuando corro. procuro ese calor en mis mejillas y en mis piernas, en los pulmones.


anoche soñé que era una esfera, un universo completo y transparente que viajaba en el tiempo a una velocidad constante. antes me pregunté qué era la luz y por qué la oscuridad del vacío y de las cosas tristes. salí a caminar al patio a las tres am y encontré un montón de estrellas.