Notas sobre un Bestiario. En Poeta en Nueva York.
Francisco Javier Hernández Quezada.
Ensayo sobre el poema de García Lorca Poeta en Nueva York, publicado en la revista Argus-a, http://www.argus-a.com.ar/pdfs/notas-sobre-un-bestiario.pdf
28 enero 2015
25 enero 2015
Bacalar
Laguna de los siete colores. Puerto comercial y sagrado de los antiguos mayas. Fuerte contra ataques piratas. Lugar de sueños. Lugar de paz. Lugar de los señores árboles y de las voces del espíritu del viento. Lugar de todas las aguas vivas. Lugar de los espíritus alegres. Lugar de la juventud viva de mi madre. Puerta del cielo.
20 enero 2015
Ver
Hace mucho, mucho tiempo, la ruta
saludable al alcance fue estudiar. Ese camino dio lugar a complejas preguntas y
a la elaboración de laberintos que se han ido resolviendo. Luego vino una
necesidad infinita de materialidad y reconocimiento del cuerpo, pero entonces
el lenguaje como camino en sí mismo también se abrió. Esa aproximación a los
signos, a los símbolos y a sus interpretaciones concatenaron pronto con el
tiempo y el lugar, de nuevo con la dimensión política de la palabra y la
acción. Era un universo infinito, sin duda, de relaciones posibles e ilusorias,
pero ciertas temporalmente.
He intentado
abandonar el cartesianismo, he intentado distanciarme del canon. Pensar por mi
cuenta. He descubierto otras voces que parecían hablar solas. Empiezo a
considerar que entre los resultados de mis decisiones se encuentra el
aislamiento y una inercia "improductiva". Arendt aborda en La condición humana los problemas de
labor, acción y trabajo, sin embargo el que me significó más fue el de la
contemplación, como una acción de profundo sentido político en la formación de
las prácticas ciudadanas y de la idea de democracia. La reflexión sobre las
ideas expuestas en su texto me han permitido comprender el asunto de la
"improductividad" de mis esfuerzos delante de un sistema calificador
del trabajo y de la producción, pero también sobre la vitalidad implicada en la
capacidad de comunicarse que tiene o puede tener un individuo para "existir"
en el campo de trabajo.
De nuevo, decidir
participar o no en la vida pública desde un campo profesional implica reconocer
y acceder a las reglas del juego. Aceptarlo y llevarlo a la acción desde una
actitud crítica enfrenta con el sistema de control y vigilancia, moldea la
autocensura. La incapacidad de negociar en esa arena política margina,
invalida, anula. Participar silenciosamente es una contradicción macabra de
autoinmolación. ¿Debo aprender a citar a Bordieu, a Foucault, a Bauman? ¿A
Lagarde para abonar a la distinción entre las oportunidades de unas y unos? ¿Ajustarme
para participar en el juego?
Recupero las
palabras de Lorena Mancilla (conversación telefónica, 18 de enero de 2015)
entorno a la practicidad y la economía de las pasiones frente al sistema y a la
instrumentalización de los planes proyectados en un cuadro esquizofrénico de
objetivos a corto mediano y largo plazo. Intento hacerlo con alegría. En crudo,
adentro, hay una profunda resistencia a la normalización.
Integro que vivir
en esta frontera ha establecido una experiencia cotidiana de ir hacia algún
otro lugar en algún momento que parece no llegar, que vivir aquí y nutrirme de
una de las ficciones más poderosas de este espacio que es el mañana, me ha
mantenido haciendo proyectos que rediseño, cubro con una lona y amplío
irregularmente. (Reiteración, multiplicación de la incertidumbre, deseo
perpetuo de mañana, cruzar la frontera, cruzar la frontera, cruzar la frontera,
recorrer el muro mil veces hasta comprenderlo paisaje natural como obsesión
silenciosa e involuntaria).
Es un buen momento
para retomar las prácticas saludables, me mueven la necesidad y el
descubrimiento de un campo de referencias posibles para estas nuevas
circunstancias. Observar, escuchar, sentir, documentar, reflexionar, discernir,
negociar. Sobrevivir por instinto. Estrategia: saltar el muro.
18 enero 2015
14 enero 2015
05 enero 2015
sobre la ruta cubierta de selva los grillos entonan una antigua plegaria
habito espacios tejidos por semánticas anudadas puertas
canales venados atraviesan el tiempo se rompen
al dar el paso al
pronunciarme
agrego un acento mudo a este cosmos rozado por mis dedos
agrego un acento mudo a este cosmos rozado por mis dedos
la armonía de las
cosas vibra en los Objetos que se encuentran
que sonoros fragmentan
el silencio de lo que en reposo existe desvinculado ya de mi cuerpo
¿debo
escribir sobre la muerte?
mi vientre acuático y
fértil una colmena abundante basta
para suspender las
guerras oscilantes entre un sueño y otro
entre pesadilla y
escasez de voluntad
tengo
los ojos secos
una
serpiente roja en el cuello
esta
noche se enciende un camino de veladoras
sobre
la ruta cubierta de selva
los
grillos entonan una antigua plegaria
tengo
la libertad amurallada y el pensamiento y el cuerpo
ese constructo
el
nombre del color de mi piel reclama su origen abandonado al olvido por una
memoria blanca que
atiende sólo a clasificarme dentro o fuera de lo legal positivo asalariado y
digno de belleza reservándose
el gozo de mi trabajo
heredo sueños y
lenguaje
en la forma de las piedras
en los árboles que albergan nidos
en la relación de las estrellas con las ciudades
abandonadas están las voces de mis raíces mutiladas las razones de este constante vacío de esta
ausencia en una civilización donde he sido esclavizada
este reducto precioso
de contemplación en resistencia que constante en mí multidimensional orgánica y
finita sucediendo sombras detona y nutre mi derecho
a la palabra
a la escritura
a la imagen
al no
al sí
al andar con estos muslos que sólo pueden ser
carnosos y embestir con estos brazos que abultados delatan la herencia
de mis antepasados que trabajaron la tierra subieron montañas levantaron universos agigantados
y continúan dando a luz
Publicado en la revista electrónica Espiral, núm. 52, enero de 2015.
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