La muerte de la periodista veracruzana Anabel Flores me sacude la existencia.
¡No hay tregua! ¡No hay tregua en esta guerra de penumbras!
Crece en la garras el poder de asirse a los muros. Para soltarse luego, de tanta resistencia. Y descender por el sueño hacia la tierra que se ayuda a florecer. A veces de llanto, como esta noche de mortandad.
Otras veces de amor, sembrar la tierra.
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