Me gusta escribir. Entiendo que se convierte en una necesidad, en una forma de vida. Descubrí que escribir es un acto político y, aunque casi nadie quiere hablar de polítca, lo es porque fomenta el intercambio de ideas, la identificación o la separación. Entonces, leer también es un hecho político. He procurado mejorar mis habilidades de lecto-escritura. Desde ahí algo muy rompetodo y de manera gradual aparecen Otros mundos. Sé muy poco y sé mucho. (No sepas tanto, ¿para qué tanto mija? Los intelectuales sufren mucho, se quedan solos, no saben disfrutar el amor, lo complican. Cómo pierden el tiempo pensando si el amor es lo que es o es una idea. Siempre están dudando. Mi amá me deja sin palabras cuando se pone filósofa.)
Quiero contar la historia de mis vecinas, quienes de seguro no me leen. Escuchan todo el tiempo discos de Alejandra Guzmán, de Yuri, de La Ley, de Gloria Trevi y además cantan a grito abierto. Me fascina cuando los niños de la cuadra se paran frente a su casa y en coro les gritan: ¡Qué feo cantan! ¡Qué feo cantan! Y las morras ni se enteran por tan alto el volúmen y tan desesperado su canto. Me imagino que se desprenden de este mundo de esa manera. Pobres morras, viven con unos hombres espantosos que nunca he escuchado hablar: a veces sólo escucho sus gritos, los de ellas, cuando discuten. Se dicen los insultos más vulgares, se golpean, se avientan cosas que ruedan hasta la calle. Nos tienen hartos. La policía ha venido en varias ocasiones a calmarlas y durante algunos días no hacen ruido, luego empieza otra vez. Supongo que esas mujeres no tienen opciones o no saben que las tienen. Es tanta su ignorancia, tanta.
Le decía a un amigo que poco sabemos sobre la ignorancia y la descomposición de la vida cotidiana que sucede más allá de nuestra nariz. Cambiar ésto nos puede tomar mucho tiempo, toda una vida de trabajo y refundación. Es iluso pensar que nomás con otro gobierno se solucionarán las cosas, sin embargo es fundamental iniciar por ahí. También lo es hacernos responsables de nosotros mismos. Esto me queda muy claro cuando enfrento la cultura laboral en las instituciones, existe un rezago insospechado, una mendiguez que es necesario desfibrar para tronarla. En las oficinas hay mucha frustración, la burocracia ha hecho cosas terribles en la consciencia de sus trabajadores. Necesitan volver a sentirse seres humanos, para eso también se requieren esfuerzos mayores.
La política de arriba es una mierda, de eso no hay duda.
Ultimamente leo de nuevo el periódico. A veces lloro, otras descanso y encuentro un poco de esperanza. Hay muchas personas que se han dado cuenta de la gravedad de la situación en el país, en el mundo, a palos casi todos. Encuentro muchas voces críticas y propositivas, valientes.
Estoy trabajando en un proyecto para intercambiar lecturas con algunos amigos y formar un tejido de referencias que siente las bases para poder comunicarnos, en principio. Invité a varios y varias. Fue muy sorprendente que todas las mujeres aceptaron, de los hombres sólo uno.
A principios de enero me di cuenta de que este año definiría el resto de mi vida y he estado muy atenta de cada uno de mis actos. Ya inicia septiembre, ahora estoy segura de que así fue. Ha habido de todo, también sucedieron las cosas más bellas.
Y sí, el estado de emergencia.
La gravedad de la intervención de los gringos en México quedó por fin al descubierto y aún así la mayoría de los ciudadanos no logran darse cuenta (tampoco saben que son ciudadanos o no les importa).
Pero cuando ves, apesar de tanta miseria logras sentir amor y el miedo se transforma en una fuerza muy grande.
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Y hay dos vínculos que me gustaría compartirle:
[ tijuanicidio uno], publicado por Karla Villapadua en faustika el 24 de agosto de 2011.
http://filosofika.blogspot.com/
TAL VEZ… (Carta Tercera a Don Luis Villoro en el intercambio sobre Ética y Política)
Sup Marcos EZLN, publicada el 25 de agosto de 2011 aquí
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2011/08/25/sci-marcos-tal-vez-carta-tercera-a-don-luis-villoro-en-el-intercambio-sobre-etica-y-politica/
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