Dice mi hermana que allá donde vive no hay escuelas ni cruz roja ni estación de bomberos o policía, que tampoco hay oficinas de gobierno ni siquiera carretera para llegar al fraccionamiento. Dice que no hay ratones o cucarachas porque no se desperdicia una sola migaja de alimento. "Allá donde vivo la mitad de los niños no sabe leer y no va a la escuela porque a sus padres no les alcanza para pagar el transporte público".
Me contó que un día se le descompuso el auto, que tuvo que tomar un camión para llegar al Boulevard Díaz Ordaz y que tardó dos horas y media en ello. Después tomó un taxi para llegar al Boulevard Sánchez Taboada y bajarse en la Zona Río, de ahí tomó otro taxi que la llevara hasta la colonia Libertad donde trabaja. Fueron tres horas y piquito. Normalmente este recorrido le toma veinte minutos en el auto.
"Tú vives en una burbuja. Escucha las estaciones de radio AM para que empieces a enterarte de lo que pasa en Tijuana, la gente da cuenta de todo ahí. Los dejan desahogarse y los locutores hacen como que escuchan. Les responde sí, sí."
Pienso en algunos libros que me sirvan para comprender y sostener un marco teórico muy chingón pero t o d o m e s u e n a a b l a b l a b l a m i r o c a r a s e n c u b í c u l o s o f i c i n a s y m a n s i o n e s d e v e n t a n a l e s q u e d a n a l m a r y s i l l a s g i r a t o r i a s a co j i n a d a s . Quizá busco en los lugares y en los libros equivocados.
Por fortuna la ventana de mi oficina da hacia un cerro con casas más pobres que la mía de donde sale música de cumbia bien bonita todas las mañanas y en el fraccionamiento donde vivo hay suficientes ratones, gatos y perros con pedigree y todos mis vecinos tienen autos en los que salen a sus trabajos a partir de las cuatro am y a más tardar a las ocho. Eso explica que a las ocho con treinta de la noche empiece a escuchar el tic tac del reloj que tengo colgado sobre la pared de la cocina. Observo mis comodidades y los privilegios que gozo en medio de tanta cosa, luego en las responsabilidades que estar donde estoy conllevan. Preciso equilibrio y salud.
Mañana veo a los chicos en la universidad. A veces me pregunto qué debo enseñarles, por dónde empiezo. Y pienso y pienso. Y pienso en todas las horas que preciso para pensar y poner en orden las cosas que veo y escucho. Tal vez las letras escritas que forman palabras y organizan ideas en párrafos tienen la función de procurar un orden para que una padezca una locura con ciertos límites, quizá los libros y los textos sirven para resistir este caos desbordado. Neoliberalismo, violencia y esclavitud, eso es lo que hay dentro y fuera de nuestras particulares burbujas. ¡Pin!
Desde Villa Burbuja para el mundo.
M.
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