tú no
nunca
nunca
debí haber gritado entonces que navaja entera desgarrándome la espalda
no vendrá ahora tu lengua seca a redimirme ni tus labios a soplarme una costilla
de donde nazca un hombre a imagen de tí mismo
mi respuesta deviene piedra que lapida sepulcro
quiero dejarte Muerto
para siempre
en esa tierra de los con profundidad amados
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