amarabierto
Laboratorio de Miriam García Aguirre desde 2006
15 marzo 2016
Debajo de cada hombre-piedra había un escorpión, que enseguida se montaba sobre mi mano y la picaba. Luego de varios incidentes, aprendí a levantarles sólo cuando ha sido absolutamente necesario. Pero antes, piso fuerte hasta escuchar el crack.
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