El gato güero adoptó mi patio como residencia. Lo comparte con La Antena y El Flechito. Ya no hace por meterse a la casa. Es un gatote de color amarillo casi naranja y tiene líneas blancas: el gato Sol (o). Es muy amistoso. Se para frente a la puerta a saludarme por la mañana y por la noche. Me trajo de regalo un ratón muerto, lo puso en el tapete de la entrada. Es un presente, una especie de negociación, un pacto de paz.
Apertura y cambio. Así defino lo de estos días porque resuelvo de otro modo todas las cosas que se me presentan. B: "Ya te diste cuenta que te vistes diferente, que llegas temprano, que te has dejado crecer el cabello, que aceptas ir a lugares nuevos". D: "A veces tienes un discurso muy agresivo. Realmente, ¿con quién estás enojada?". M: "Ya entendí."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario