"A lo que nunca pudo acostumbrarse Lucas fue al punzante olor a mierda de putas. Aunque seguía yendo a recoger palanganas cada vez que la Nana lo enviaba y seguía acostándose con ellas, nunca pudo sumergir de buena gana los dedos en aquel emplaste maloliente. Convenció a la abuela a que lo dejara usar otras soluciones y se dió a la tarea de recorrer las riberas del río con un machete y unas latas, recogiendo las resinas de todas los arbustos y plantas de tronco del litoral."
http://www.barcelonareview.com/17/s_msf.htm
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