13 enero 2013

El suicidio de Aaron Swartz

 


¿Cuántos mundos se imaginó Aaron Swartz? Este chico de 26 años fue un gran creador que logró materializar su ficción a través del lenguaje matemático. Sus contribuciones a la ingeniería digital hicieron posible el desarrollo de Internet cuando aún era un adolescente. Qué decir de su participación en la defensa del derecho a la consulta gratuita de información académica publicada en la red y del acceso libre a Internet. Este activismo le costó una demanda legal por parte del MIT que le amenazaba con una sentencia de 35 a 50 años de prisión por haber liberado artículos de revistas especializadas y otros documentos que debieran ser públicos. La prensa dice que el estaba deprimido por otros asuntos personales, no sólo por los cargos levantados en su contra y que este conjunto de cosas lo llevaron a tomar la decisión. Algo funciona muy mal.

¿Cómo hacer para que una persona que está en desacuerdo con el Sistema y ha decidido dejar de formar parte él conserve la energía vital necesaria para participar, contribuir y crear en ese otro mundo que muchos estamos construyendo? ¿Cómo hacer para acompañarla en ese proceso de tránsito hacia este otro mundo multiversal posible? ¿Cómo acompañarlo en el aprendizaje de la esperanza? ¿Cuáles son los medios necesarios para fortalecer nuestra capacidad de comunicación para lograr llevar a cabo esa misión? ¿Por qué algunas veces dejan de ser suficientes las palabras: yo creo en tus sueños, yo amo tu locura, yo y todos los otros yo confiamos en tu locura nuestra?


Pienso en los estudiantes y no estudiantes acosados y encarcelados por el gobierno, en la esperanza y desesperanza que deben vivir a ratos, que vivimos; en el joven profesor de Ensenada, que fue a dar hasta La Paz; en los detenidos del #1D, en las jóvenes que viven en la Sierra Tarahumara, en Ayutla, en... Pienso en mis alumnos, en los jóvenes poetas de esta ciudad y en los jóvenes de mi familia. Pienso en la responsabilidad de estar con ellos, en todo eso que generosamente nos comparten, en la oportunidad de aprender de ellos, en todas las cosas que les suceden de las que no nos damos cuenta, en la necesidad de continuar nuestra preparación para vivir juntos y saber comunicarnos. Pienso y pienso con serenidad. 


(No hay un solo cielo, sino múltiples cielos; no hay un todo, sino múltiples dimensiones. Lo invisible tiene su origen en la percepción, en el lenguaje se organiza. Percepción-construcción: desalineada.)



Esta es una entrevisa a Aaron Swartz, del 2007.

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