Estuve en un taller donde los compañeros tenían diversas experiencias creativas, discursos, lecturas y tradiciones. Sus observaciones, aunque duras, eran necesarias para mi trabajo como escritora. El sudor me escurría por el cuello mientras los escuchaba. Me siento agradecida y muy contenta por los retos de aprendizaje que me regalaron esta tarde. Entre ellos:
- lo importante que es fundamentar las decisiones creativas que tomo
- sistematizar mis procesos y reconocer las tradiciones intelectuales y artísticas que nutren mi trabajo
- que ciertas prácticas en el mundo del arte están masculinizadas
- que no estoy en búsqueda de la verdad a través de mi escritura sino de respuestas otras, de formas otras
- que produzco desde una creatividad desestructurada y que está bien (esta última confirmación luego de un largo diálogo con la Lore y de situarme en mis aprendizajes otros desde los estudios de género).
- y que no voy a utilizar el método "científico" en mis procesos escrituritarios.
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