Esta tarde comí con un señor con cara de oficinista y licenciado.Frente a una sopa de garbanzos, habas y chícharos me contó sobre su fascinación por los imanes, dijo que los colecciona desde que era un niño. Movía sus manos para explicarme las fuerzas de atracción de los coantrarios y la repulsión de los iguales. "Se debe a los polos magnéticos, igual pasa con los seres humanos. Somos magnéticos, nos mueve la electricidad".
Cuando llegaron las enchiladas de papa con zanahoria me preguntó: "¿Has tratado de unir dos polos iguales? ¿Qué hay enmedio de ellos y por qué los contrarios se unen de inmediato?". Enseguida nos trajeron el postre y me preguntó mi nombre. "Miriam, gracias por escucharme. Creo que nunca le había platicado a nadie sobre esta cosa curiosa". El hombre tiene un cargo muy acá en la Junta de Conciliación y Arbitraje, lo mencionó poco antes de que me fuera.
Quiero una nave
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