31 julio 2013
28 julio 2013
Hoy conocí a un chico al que recién le
habían pintado un tatuaje. Propuso una tipología del dolor: que acabaría por comprenderse
con los años. Explicaba que su dolor sólo era físico, mientras que el
de su mejor amigo no podía superarse con fumar un poco de hierba o tomarse unos
adviles porque lo acababa de dejar su novia. Clarito escuché cuando dijo: el dolor simbólico es el que te
hace crecer y alcanzar otros niveles de consciencia porque casi siempre se
desprende de una pérdida.
Yo estaba sentada en
el patio con un gato, él hablaba en la salita con un par de personas. Encendí
un cigarro y entonces salió. Tenía los ojos medio abiertos. Me mostró el león
que acababan de tatuarle en el pecho, del lado del corazón, eso dijo, y en color
rojo.
-Estuve comiendo duraznos muy dulces y fumando weed todo el tiempo. Me salió un montón de sangre.
-¿Y por qué te pintaste un león?
- Porque es el animal más poderoso, es una representación de dios. Lo vi en Narnia.
-Estuve comiendo duraznos muy dulces y fumando weed todo el tiempo. Me salió un montón de sangre.
-¿Y por qué te pintaste un león?
- Porque es el animal más poderoso, es una representación de dios. Lo vi en Narnia.
¿Cuántos años tienes?
-Veintiuno.
-¿Tú?
-Un montón. Ya le dije que treinta y ocho y empezó a reírse.
-Es difícil hablar con las mujeres, confesó. Algunas veces sólo quiero platicar con ellas, entender un poco qué piensan, pero es difícil. Muchas esperan que les tire la onda o dan por hecho que busco sexo rápido. Estoy en duelo, sabes. Tuve una novia durante dos años, no es fácil. El sexo rápido hace que me sienta más vacio.
-Veintiuno.
-¿Tú?
-Un montón. Ya le dije que treinta y ocho y empezó a reírse.
-Es difícil hablar con las mujeres, confesó. Algunas veces sólo quiero platicar con ellas, entender un poco qué piensan, pero es difícil. Muchas esperan que les tire la onda o dan por hecho que busco sexo rápido. Estoy en duelo, sabes. Tuve una novia durante dos años, no es fácil. El sexo rápido hace que me sienta más vacio.
-Ya vinieron por mí. Adiós chiquilla... Nada de sexo rápido, sólo hará tu hueco más profundo.
Mi carcajada fue explosiva como podrá usted imaginarse.
26 julio 2013
25 julio 2013
Micropolítica. Cartografías del deseo.
Felix Guattari y Suely Rolnik
"Propiamente, la cultura de masas produce individuos: individuos normalizados, articulados unos con otros según sistemas jerárquicos, sistemas de valores, sistemas de sumisión; no se trata de sistemas de sumisión visibles y explícitos, como en la etología animal, o como en las sociedades arcaicas o precapitalistas, sino de sistemas de sumisión mucho más disimulados. Y no diría que esos sistemas son «interiorizados» o «internalizados», de acuerdo con la expresión que estuvo muy en boga en cierta época, y que implica una idea de subjetividad como algo dispuesto para ser llenado. Al contrario, lo que hay es simplemente producción de subjetividad. No sólo producción de la subjetividad individuada —subjetividad de los individuos— sino una producción de subjetividad social que se puede encontrar en todos los niveles de la producción y del consumo. Más aún, producción de subjetividad inconsciente. Desde mi punto de vista, esa gran fábrica, esa poderosa máquina capitalística produce incluso aquello que sucede con nosotros cuando soñamos, cuando devaneamos, cuando fantaseamos, cuando nos enamoramos, etc. En todo caso, pretende garantizar una función hegemónica en todos esos campos."
"Propiamente, la cultura de masas produce individuos: individuos normalizados, articulados unos con otros según sistemas jerárquicos, sistemas de valores, sistemas de sumisión; no se trata de sistemas de sumisión visibles y explícitos, como en la etología animal, o como en las sociedades arcaicas o precapitalistas, sino de sistemas de sumisión mucho más disimulados. Y no diría que esos sistemas son «interiorizados» o «internalizados», de acuerdo con la expresión que estuvo muy en boga en cierta época, y que implica una idea de subjetividad como algo dispuesto para ser llenado. Al contrario, lo que hay es simplemente producción de subjetividad. No sólo producción de la subjetividad individuada —subjetividad de los individuos— sino una producción de subjetividad social que se puede encontrar en todos los niveles de la producción y del consumo. Más aún, producción de subjetividad inconsciente. Desde mi punto de vista, esa gran fábrica, esa poderosa máquina capitalística produce incluso aquello que sucede con nosotros cuando soñamos, cuando devaneamos, cuando fantaseamos, cuando nos enamoramos, etc. En todo caso, pretende garantizar una función hegemónica en todos esos campos."
anoche
soñé que vivíamos en un país donde estaba prohibido que las mujeres pensaran
demasiado y estuvieran solteras. iba a mi cafetería favorita, una muy green y socialmente responsable con el
ambiente. el mesero me pedía que me saliera con todo y mis apuntes para darle
mi lugar a una pareja que esperaba mesa. ¡esto es discriminación!, alegaba yo.
lo siento, son las reglas del lugar, respondía el chico. ellos consumirán más
que tú.
24 julio 2013
Estábamos delante de un círculo de fuego. Nos descalzamos y bailamos al son del violín que tocaba el anciano. En la madrugada fumamos tabaco machuchi. La noche fue demasiado corta.
Me envolví en un rebozo de algodón cuando empezó a hacer frío. Sólo dejé mis ojos descubiertos para ver entre otras cosas el mar de nubes que caminaba en el cielo. La luna volaba despacio sobre los árboles de eucalipto. Las lechuzas se paseaban entre las ramas.
No podía dejar de verlo: él era una montaña cubierta de rocío y plantas silvestres. Danzaba y ayudaba, depués se sentaba junto al anciano o tocaba las percusiones. Nos comunicamos en silencio a través de la luz que salía de la leña ardiente. Lo dicho no puede saberlo nadie.
Me envolví en un rebozo de algodón cuando empezó a hacer frío. Sólo dejé mis ojos descubiertos para ver entre otras cosas el mar de nubes que caminaba en el cielo. La luna volaba despacio sobre los árboles de eucalipto. Las lechuzas se paseaban entre las ramas.
No podía dejar de verlo: él era una montaña cubierta de rocío y plantas silvestres. Danzaba y ayudaba, depués se sentaba junto al anciano o tocaba las percusiones. Nos comunicamos en silencio a través de la luz que salía de la leña ardiente. Lo dicho no puede saberlo nadie.
22 julio 2013
1
Una parte de mi historia está perdida. Una parte de nuestra historia está perdida. Aprendemos a recordar aquello que las instituciones nos dicen que es importante. Las instituciones son “organismos” que legitiman el orden y el pensamiento único. Somos aquello que recordamos, aquello que podemos nombrar y en esa medida trazamos expectativas. Hemos sido educados, organizados. Luchar contra ese orden con su propio lenguaje produce desesperanza, frustración y rabia.
Una parte de mi historia está perdida. Una parte de nuestra historia está perdida. Aprendemos a recordar aquello que las instituciones nos dicen que es importante. Las instituciones son “organismos” que legitiman el orden y el pensamiento único. Somos aquello que recordamos, aquello que podemos nombrar y en esa medida trazamos expectativas. Hemos sido educados, organizados. Luchar contra ese orden con su propio lenguaje produce desesperanza, frustración y rabia.
La cuestión es que
desacreditamos los recuerdos, lenguajes y expectativas ilegítimas ante la censura de los “organismos”.
No obstante, los reconocemos posibles en el campo de los sueños o de la
ficción, en ese espacio nos permitimos lo ilógico y aceptamos otras narrativas.
Existe un “algo” en nosotros que descubre, que inventa, que resuelve “una
tercera imagen”, algo que tiene su origen en nuestro instinto de supervivencia.
Por tanto, creo que escapar del orden también es una acción necesaria para
mantenernos con vida.
¿Cómo desprenderse de un ser construido e in-corporado desde ese paradigma? ¿Cómo desestimar la razón, lo cierto? ¿Para qué? Precisamos inventarnos otra historia, incorporar otros discursos del tiempo, la memoria, la naturaleza, la persona; vencer el miedo, incluso a nuestra sombra; asimilar el shock de lo que parece incertidumbre, no hay tal: este orden nos conduce hacia la precarización. Mientras lo aceptamos, avanza la ceguerra.
2
Nuestro egoísmo se
alimenta de pre-juicios instalados en la razón y en la sombra. Cuando nuestra
razón se fisura, la claridad, lo fantástico, el miedo y la violencia entran en
conflicto, destruyendo el cuerpo y resquebrajando también a “los organismos”. A
veces olvidamos que somos sólo una especie más en este planeta, otras veces
tenemos consciencia de ello. Atribuimos demasiado poder a nuestra inteligencia,
la igualamos con el espíritu de la vida y no son “lo mismo”. Cuando ganamos
claridad la sombra se transforma, sólo eso.
¿Es posible que
reconocer la existencia de otros espíritus no humanos poniendo en cuestión la
supremacía de nuestra inteligencia construida, “organizada”, “única”, logremos
trascender los límites de las estructuras de conocimiento sobre las cual están
montadas nuestras nociones sobre la vida, formas de estar juntos, formas de
habitar, aquello que ingerimos o aquello que nos cura?
3
Una parte de mi
historia está perdida. Mi padre llegó a Tijuana desde San Blas, Nayarit, a los catorce
años. Hablaba siempre del mar, de los ríos, de su Nana y de un viejito que
cuidó de él y de sus hermanos. Quedó huérfano de su propia historia, decidió
desenraizarse por algo que no nos dijo. Vivió en un mundo de penumbra, muy
confundido, siempre solo.
El mar fue el único lugar donde lo vi feliz. Nadaba hasta la última ola y allá se quedaba mucho tiempo. A través de ese elemento lograba establecer contacto con su familia, con todo lo digno de recordarse que había perdido, y estaba en paz. En la tierra era un animal salvaje, un loco. Mi padre hablaba con los búhos y sabía encender el fuego.
El mar fue el único lugar donde lo vi feliz. Nadaba hasta la última ola y allá se quedaba mucho tiempo. A través de ese elemento lograba establecer contacto con su familia, con todo lo digno de recordarse que había perdido, y estaba en paz. En la tierra era un animal salvaje, un loco. Mi padre hablaba con los búhos y sabía encender el fuego.
20 julio 2013
noche de cuervos con el róber, lili, gloria, mely y dulce.
anoche estuve en tu casa. los lugares y las cosas estaban invertidos. la cocina estaba donde el cuartito y la sala donde la cocina. la pared que divide el espacio permanecía en su sitio. caminábamos diametralmente. ni en el sueño aunque tan cerca podíamos hablarnos. avanzabas en perfecta equidistancia, constante y con precaución. tu casa estaba llena de personas, algunas conocidas. este sueño me recordó a otro, en él estábamos en la misma playa, tú en un tiempo y yo en otro, a unos pasos, sin poder comunicarnos. veíamos hacia lo mismo y comprendíamos lo mismo sin poder escucharnos. en el sueño nos sabíamos próximos, yo sabía que tú sabías. había un umbral transparente entre nosotros, no podías verme. te embarcabas y yo me subía en un pájaro grandote. bien agarrada del ave decía: ése no sabe nadar...
19 julio 2013
18 julio 2013
17 julio 2013
Mujeres mayores, mujeres de conocimiento
"Eres tan joven. Creéme, no lo vale", amiga mayor.
"Mantente vibrando en el amor", mujer de conocimiento 1.
"Organízate con tus hermanas", mi mamá por teléfono.
"Yo voy a ser el ancla, ustedes hagan su trabajo", mujer de conocimiento 2.
"Llegaste a la Isla de los Locos", mujer de conocimiento 3.
¿Cómo quieren, Señoras, que procese toda esta información en un día que aún no ha concluido?
Hace un año que mi cabello se volvió todo blanco. Ocurrió durante una noche de insomnio. Así fue. Esa noche al entrar a mi habitación encontré a Miriam convertida en un fantasma quejumbroso y asustadizo. Saltó hasta una esquina del cuarto cuando abrí la puerta y la descubrí en bata mirando el infinito. Pobre, acababa de morirse y estaba muy confundida. Yo creo que del impacto que provocó en mí sentir su tristeza se me fue el color del cabello. Neta que nunca había visto a una mujer fantasma tan desconsolada.
Nos vimos durante un ratote, ella con la pregunta cómo es que me ves y yo con la pregunta qué haces en mi cuarto, luego nos fuimos acostumbrando a compartir el mismo espacio. Ella se quedaba ahí sobre la cama, yo me iba a trabajar y a seguir con mi vida. Algunas veces a mi regreso encontraba la casa convertida en una telaraña y escuchaba su llanto agudo subir y bajar las escaleras. Ella se cansaba o yo me dormía. Cada quien vive sus procesos, a ella le tocaba ser un fantasma y a mi vivir con mucha dedicación y esperanza.
Algunas noches ya no la encuentro o dejo de verla, otras viene y se sienta conmigo. Nunca habla. Yo escribo. A veces me duele y le invito uno de mis cigarros, otras la abrazo y le digo que ya se deje de cosas, que murió sin más remedio, y que soy yo quien la tiene complicada: porque todo sube de precio y hay poco descanso o porque la gente está bien pinche desquiciada y en muy pocas de ellas puede una confiarse o porque tengo que aventarme el ritualito mensual del tinte y cocinar.
Espero de corazón que se marche pronto porque su presencia espanta a mis visitas y quisiera que algunas de esas visitas se quedasen aquí conmigo muy felizmente. A esta casa le hacen falta el amor y las risas, le digo. Ya, ucha ucha, siga su camino esa, pero se hace la desentendida y ni cómo cobrarle alquiler.
Nos vimos durante un ratote, ella con la pregunta cómo es que me ves y yo con la pregunta qué haces en mi cuarto, luego nos fuimos acostumbrando a compartir el mismo espacio. Ella se quedaba ahí sobre la cama, yo me iba a trabajar y a seguir con mi vida. Algunas veces a mi regreso encontraba la casa convertida en una telaraña y escuchaba su llanto agudo subir y bajar las escaleras. Ella se cansaba o yo me dormía. Cada quien vive sus procesos, a ella le tocaba ser un fantasma y a mi vivir con mucha dedicación y esperanza.
Algunas noches ya no la encuentro o dejo de verla, otras viene y se sienta conmigo. Nunca habla. Yo escribo. A veces me duele y le invito uno de mis cigarros, otras la abrazo y le digo que ya se deje de cosas, que murió sin más remedio, y que soy yo quien la tiene complicada: porque todo sube de precio y hay poco descanso o porque la gente está bien pinche desquiciada y en muy pocas de ellas puede una confiarse o porque tengo que aventarme el ritualito mensual del tinte y cocinar.
Espero de corazón que se marche pronto porque su presencia espanta a mis visitas y quisiera que algunas de esas visitas se quedasen aquí conmigo muy felizmente. A esta casa le hacen falta el amor y las risas, le digo. Ya, ucha ucha, siga su camino esa, pero se hace la desentendida y ni cómo cobrarle alquiler.
16 julio 2013
14 julio 2013
11 julio 2013
Hoy alguien llevó a la ofis un gran ramo de flores. Hubo café, pan dulce y galletas; visitas inusuales, caras de tristeza y abrazos silenciosos y apretados. También lágrimas que brotaban de la nada cuando las personas conversaban en la salita. Parecía funeral.
A mí me regresó la gripa y traigo hasta los pensamientos adoloridos. Mely y Criss nos sostienen, son unas guerreras.
A mí me regresó la gripa y traigo hasta los pensamientos adoloridos. Mely y Criss nos sostienen, son unas guerreras.
10 julio 2013
Recontar lo imposible, un texto de Rossana Reguillo.
"Te llamas “nadie”, ya no recuerdas tu nombre, así mejor; te dicen Trancas, te acuerdas por qué, no importa. Lo que importa es que eres un Estaca y estás aquí para lo que se ofrezca y en estos días se ofrece mucho en esta plaza que hay que arrancar a los rivales a sangre y plomo. Sudas y tragas a grandes sorbos la Pepsi que ya no está fría pero tampoco caliente. El jale está próximo, pero estás preparado, no tienes dudas. Sales a la calle, respiras aire con olor a llanta y basura, te estiras, miras de reojo a dos perros que juegan con un hueso –algún día voy a tener un perro, una hembra entrona para la pelea, te dices-."
El texto completo aquí: Recontar lo imposible, en Nuestra Aparente Rendición.
1102
Me gusta cuando es de noche, pasadas las doce, y el viento huele a tierra humedecida. A veces la brisa llega hasta mi casa y le abro la puerta. Cuando el mundo se aplaca alcanzo a escuchar el susurro de las olas reventar en las paredes de las casas de mi barrio. Sí, prefiero escribir sobre los espíritus marinos que recorren la costa durante el verano.
En este mundo sucede lo monstruoso. Durante el colapso del sistema de naciones tiene lugar una carnicería y desaparecen las personas, hay un mercado de cuerpos humanos y de pedazos de personas. Se instala la esclavitud. Los chicos hablan del reclutamiento que emprenden la mafias en las ciudades sin asombro, algunos lo insinúan como si para ellos fuera una opción laboral en el futuro inmediato o como parte de los contextos en los que han crecido. Hay cierta familiaridad con esas prácticas en algunos de sus relatos, un matiz cotidiano que naturaliza la criminalidad. Son esos también mundos otros, aunque terribles. Es una época muy triste, de profundos cambios que nos sobrepasan. Sin embargo la felicidad tiene algunos nichos, recibo con alegría las noticias que comparten algunos de mis amigos sobre sus trabajos, sus observaciones y sus intervenciones. Reconozco en ellos la capacidad de resistencia creativa y el desarrollo de estrategias de sobrevivencia que nos vinculan con los primeros seres humanos. Estas han sido semanas de nuevas informaciones, lecturas, aprendizajes y diálogos de complicada digestión. Tuve una especie de gripa durante dos semanas. Así las cosas.
1102 |
En este mundo sucede lo monstruoso. Durante el colapso del sistema de naciones tiene lugar una carnicería y desaparecen las personas, hay un mercado de cuerpos humanos y de pedazos de personas. Se instala la esclavitud. Los chicos hablan del reclutamiento que emprenden la mafias en las ciudades sin asombro, algunos lo insinúan como si para ellos fuera una opción laboral en el futuro inmediato o como parte de los contextos en los que han crecido. Hay cierta familiaridad con esas prácticas en algunos de sus relatos, un matiz cotidiano que naturaliza la criminalidad. Son esos también mundos otros, aunque terribles. Es una época muy triste, de profundos cambios que nos sobrepasan. Sin embargo la felicidad tiene algunos nichos, recibo con alegría las noticias que comparten algunos de mis amigos sobre sus trabajos, sus observaciones y sus intervenciones. Reconozco en ellos la capacidad de resistencia creativa y el desarrollo de estrategias de sobrevivencia que nos vinculan con los primeros seres humanos. Estas han sido semanas de nuevas informaciones, lecturas, aprendizajes y diálogos de complicada digestión. Tuve una especie de gripa durante dos semanas. Así las cosas.
07 julio 2013
04 julio 2013
Los ritos de ochpaniztli
"Antes de nada, conviene indicar que Tlazoltéotl era la principal protagonista de los ritos de ochpaniztli. Como vimos, esta diosa se integraba en el grupo de los representantes de la luz alterada puesto que encarnaba no solamente a la Tierra sino también a la Luna. En ochpaniztliera fecundada por el Sol y daba a luz a Cintéotl-Itztlacoliuhqui, la primera semilla de maíz que, según el mito, se metió en la tierra donde se convirtió en las plantas cultivadas (Thévet, 1905: 31-32). Este joven dios del maíz compartía muchas afinidades con Venus, una entidad que entró también en el inframundo y que simbólicamente se relacionaba con el cereal.20Ochpaniztli era entonces el momento en que el Sol penetraba en la tierra para fertilizarla y sus ritos celebraban la unión de los opuestos-complementarios. El encuentro metafórico entre Sol y Tierra que sucedía en esta fiesta era idéntico al que tenía lugar cada día en el crepúsculo y cuyo cromatismo típico era la asociación de rojo y negro. En este sentido es notable que, bajo su forma de genitora del maíz, Tlazoltéotl esté pintada en el Códice Borbónico (13) luciendo atavíos mitad rojos mitad negros (véase figura 6, página 67)."
Elodie Dupey García. Xopan y Tonalco, los colores de las estaciones entre los antiguos nahuas
http://books.openedition.org/cemca/1258
02 julio 2013
01 julio 2013
conceptos situados
conceptos migrantes, conceptos situados y cyborgs.
diálogo entre disciplinas y campos de experiencia.
tercer cuerpo.
desalineada <
asignificados<
investigación y arte.
gran aprendizaje este fin de semana. gracias.
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