Con mucho esfuerzo incorporamos nuestra historia, la oscura, la luminosa, la que nos avergüenza y esa donde nos soñamos aves -cuervos, águilas o colibríes. Poco a poco dejamos la medianidad, la mediocridad también. Con mucho esfuerzo, hasta la sangre.
Me quedo con este día de gloria. Por lo que falta, ¡salud!
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